Filosofía Slow que propone retomar el control del tiempo
¡Más rápido! ¡Más rápido! ¡Aún más rápido! La revolución industrial debía dar más tiempo al ser humano. Pero ha sido lo contrario. Al crear un ambiente de eficiencia, aceleró el ritmo de la vida, generó la necesidad de constantes nuevas actividades y, en contra de lo que se buscaba; la falta de tiempo.
Hoy en día nos encontramos ante un panorama en el que los grandes cambios y revoluciones tecnológicas se producen en intervalos cada vez más cortos. A esta velocidad hay que sumarle el exceso de información que nos rodea, que genera estrés y pobreza de atención. Ante esta situación, hay que intentar no confundir lo útil con lo necesario, o con lo indispensable.